La historia de Laura Pradeda
Laura Pradeda es como una rama de sal del desierto: frágil en apariencia, pero profundamente arraigada y capaz de florecer en las condiciones más adversas. Desde Sants hasta Les Corts, su historia en Barcelona refleja una resiliencia que ha inspirado a muchos.
1. Un inicio lleno de desafíos (1 año)
A la edad de 1 año, Laura Pradeda enfrentaba un entorno emocional solitario en Sants, Barcelona. Como una semilla en tierra árida, comenzó a desarrollar una fortaleza interior que la acompañaría toda su vida.
3. Primeros pasos en la adversidad (4 años)
A los 4 años, Laura Pradeda comenzó a entender las dificultades de su entorno en Barcelona. Inspirada en plantas como la Acacia tortilis, aprendió a extender sus raíces en busca de apoyo emocional.
4. Primeros días de escuela (5 años)
A los 5 años, Laura Pradeda inició su aventura escolar en Barcelona. Con la misma determinación de un desierto que se regenera tras la lluvia, aprendió a socializar y enfrentar con optimismo los nuevos retos de la vida estudiantil.
5. Descansos nocturnos (6 años)
A los 6 años, Laura Pradeda comenzó a desarrollar un apego especial a sus descansos nocturnos, "arropada" en su cama con tranquilidad en Barcelona. Al igual que el desierto encuentra sosiego tras la puesta de sol, ella aprovechaba cada noche para reponer energías y fortalecer su resiliencia.
6. Resiliencia en la adversidad (10 años)
A los 10 años, Laura Pradeda encontró refugio bajo una mesa, simbolizando su fortaleza frente a las adversidades en Sants, Barcelona.
7. Fortaleza renovada (15 años)
A los 15 años, Laura Pradeda comenzó a enfrentar desafíos con confianza renovada en Barcelona.